Primavera con una esquina rota es historia de la transición política de los 70 en Uruguay. Está escrito en forma de diario, de cartas, de pensamientos de los diferentes personajes que se suceden en la historia.
El personaje principal es Santiago, encarcelado por motivos políticosdurante casi 5 años. Santiago le escribe cartas a su mujer, Graciela, en las que le cuenta como está, lo que le pasa, no siempre de una forma clara, en unos casos porque está sometido a la censura, y en otros, porque no quiere ser claro por miedo a recibir algunas respuestas que podrían robarle la esperanza a la que se sujeta para seguir viviendo entre los muros de la prisión. Le pregunta por Beatriz, la hija de ambos, por su padre, D. Rafael, y por ella misma.
En el libro se intercalan pensamientos de Beatriz, de D. Rafael, de Rolando, amigo de Santiago y de Graciela, del propio Benedetti que vivió en sus carnes la extradición por motivos políticos.
Santiago es el único personaje que no evoluciona con el paso del tiempo, que no evoluciona o que no quiere evolucionar por temor a lo que pueda encontrar a su salida de la cárcel. Para él todo es como cuando se lo llevaron, así es como espera encontrarlo todo a su vuelta, pero los que hay a su alrededor si han cambiado por la situación que han vivido durante el tiempo de separación, cada uno se ha adaptado como ha podido. La soledad de Santiago ha sido la misma que la de Graciela, uno estaba preso en un lugar físico y ella estaba presa en su corazón, en la libertad encadenada, en una vida que no puede vivir porque le falta la primavera que le arrebataron.
El personaje principal es Santiago, encarcelado por motivos políticosdurante casi 5 años. Santiago le escribe cartas a su mujer, Graciela, en las que le cuenta como está, lo que le pasa, no siempre de una forma clara, en unos casos porque está sometido a la censura, y en otros, porque no quiere ser claro por miedo a recibir algunas respuestas que podrían robarle la esperanza a la que se sujeta para seguir viviendo entre los muros de la prisión. Le pregunta por Beatriz, la hija de ambos, por su padre, D. Rafael, y por ella misma.
En el libro se intercalan pensamientos de Beatriz, de D. Rafael, de Rolando, amigo de Santiago y de Graciela, del propio Benedetti que vivió en sus carnes la extradición por motivos políticos.
Santiago es el único personaje que no evoluciona con el paso del tiempo, que no evoluciona o que no quiere evolucionar por temor a lo que pueda encontrar a su salida de la cárcel. Para él todo es como cuando se lo llevaron, así es como espera encontrarlo todo a su vuelta, pero los que hay a su alrededor si han cambiado por la situación que han vivido durante el tiempo de separación, cada uno se ha adaptado como ha podido. La soledad de Santiago ha sido la misma que la de Graciela, uno estaba preso en un lugar físico y ella estaba presa en su corazón, en la libertad encadenada, en una vida que no puede vivir porque le falta la primavera que le arrebataron.
La novela, ganadora del premio "Llama de Oro" de Amnistía Internacional en 1987, es un dolorido testimonio de la enorme conmoción que los acontecimientos políticos provocan en las relaciones personales. Benedetti traza un retrato, lleno de ternura y de rabia, de un país partido en dos, profundamente escindido: el Uruguay bajo la dictadura y el Uruguay en el exilio. Pero la novela consigue transmitir al lector un mensaje de esperanza, pese a todo: la primavera, aunque mutilada, con una esquina rota, conseguirá suceder a un invierno que parecía interminable
2 comentarios:
Es un canto a la soledad, pero enmarcada en la esperanza
Comentario sobre el exilio
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