Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé
Últimas tardes con Teresa es una novela del escritor español Juan Marse publicada en 1966, con la cual se consolidó internacionalmente .
Ambientada en una Barcelona de ricos burgueses y clases marginadas, relata la amistad entre una joven universitaria, burguesa y falsamente rebelde, y un seductor ladrón de motos, que se hace pasar por obrero militante revolucionario. Consta de veinticinco capítulos agrupados en tres partes que cuentan el encuentro del Pijoaparte (apodo de Manolo Reyes) con Teresa y Maruja, el idilio de Manolo y Teresa nacido de un accidente que sufre Maruja, y el relato efectivo de las tardes del título del libro.
El lenguaje empleado refleja la jerga de los barrios. Usa palabras y frases en catalán con el propósito de verosimilitud. También hay alguna que otra palabra en francés y en inglés.
Ambientada en una Barcelona de ricos burgueses y clases marginadas, relata la amistad entre una joven universitaria, burguesa y falsamente rebelde, y un seductor ladrón de motos, que se hace pasar por obrero militante revolucionario. Consta de veinticinco capítulos agrupados en tres partes que cuentan el encuentro del Pijoaparte (apodo de Manolo Reyes) con Teresa y Maruja, el idilio de Manolo y Teresa nacido de un accidente que sufre Maruja, y el relato efectivo de las tardes del título del libro.
El lenguaje empleado refleja la jerga de los barrios. Usa palabras y frases en catalán con el propósito de verosimilitud. También hay alguna que otra palabra en francés y en inglés.
La novela narra los amores de Manolo, más conocido como Pijoaparte, típico exponente de las clases bajas marginadas cuya mayor aspiración es conseguir prestigio social, y Teresa, una bella muchacha rubia, estudiante e hija de la alta burguesía catalana.
La historia empieza cuando el Pijoaparte llega a los barrios de los ricos, San Gervasio, con un flamante traje bien planchado, y se sienta en un flamante coche deportivo estacionado delante de la entrada de una fiesta de estudiantes, enciende un cigarro y espera que alguna chica se fije en él. Al ver que esto no ocurre entra y allí conoce a una chica, Maruja. Tiene una aventura con ella, pero cuando descubre que en su habitación hay colgados delantales, descubre que no es una burguesa y la despierta y azota. Piensa que saliendo con ella conseguirá atraer a su dueña Teresa, una universitaria conflictiva, rubia e hija de padres burgueses y ricos.
Maruja cae enferma, y su enfermedad desencadena la chispa del amor entre el Pijoaparte y Teresa. Ella sustituye como su "líder espiritual" a Luis Trías de Giralt (líder estudiantil con el que previamente a intimar con Manolo había tenido una insatisfactoria experiencia sexual) por Manolo. Pero Maruja muere. En ese momento podemos comprender como realmente ambos personajes han llegado a estar profundamente enamorados el uno del otro, y como al mismo tiempo todo se viene abajo.
Predomina la narración lineal en orden cronológico aunque abundan los flash-back para volver a la niñez de los personajes que componen la trama o para reconstruir hechos importantes. De esta forma, llegamos a conocer de forma profunda al protagonista.
La acción dura un año y tres meses, con un corto episodio de dos años después. Se desarrolla en Barcelona y en la cercana playa de Blanes. Dentro de Barcelona hay dos mundos: el Carmelo, barriada de despojos humanos (ladrones, prostitutas, delincuentes…) y San Gervasio, un suburbio rico, exclusivo, con gente libre pero a la vez llena de problemas.
Son dos mundos enfrentados, el de Manolo y el de Teresa, y a través de ellos dos culturas, pues la chica es catalana y el joven xarnego.
El narrador está en tercera persona con algunos monólogos interiores en primera y, a veces, en segunda persona.
El narrador en ocasiones nos sugiere datos para crear misterio como todo lo que rodea al que llaman “Cardenal”. Con gran maestría, el novelista nos adelanta a veces el desenlace.
La voz narradora en tercera persona es la del autor, que interviene constantemente, más cerca de Pijoaparte que de los demás personajes.
La narración en tercera persona no excluye el artificio del perspectivismo para presentar la realidad en diferentes dimensiones.
Así, la escena primera en que el murciano aparece, sin ser invitado, en una fiesta particular del barrio San Gervasio, se presenta desde el punto de vista de Manolo, más tarde con la visión de Teresa y, por último, ante la perspectiva de Maruja.
Otras escenas son proyecciones de la fantasía de sus personajes. Por ejemplo, la visita narrada en detalle de Manolo a la alcoba de Teresa en la villa de sus padres ocupa casi siete páginas, al cabo de las cuales nos enteramos de que no hubo tal visita, que sólo hemos asistido a una febril aventura soñada, producto de la exaltada imaginación del joven.
Cuatro personajes, cuyas vidas están enlazadas por el azar, encarnan los dos universos antagónicos. Manolo, Teresa, Luis y Maruja, criaturas creadas por Marsé para caricaturizar esos dos mundos. El esquema de los personajes es Teresa-Maruja; Luis-Manolo, paralelismo buscado entre personajes de clases sociales diferentes para contrastarlos. Manolo y Luis son aparentes homosexuales en el pasado, novios y al cabo fracasados amantes de Teresa. Manolo y Teresa, por su parte, sostienen semejanzas psicológicas entre sí, pues mientras Manolo perseguirá siempre la imagen dulce de la pequeña turista francesa, Teresa hará otro tanto con la del golfillo conspirador de extraña fuerza.
- Maruja. Hija de campesinos pobres que viene a la ciudad para servir como criada a los señores - -Serrat. Humilde, resignada, agradecida a Dios por la pequeña porción de felicidad que se le ofrecía, el afecto de Teresa y su aventura con Manolo.
-Manolo. Es hermoso y fuerte, movido por el instinto y la imaginación, más que por la inteligencia. De su tierra de Andalucía se fue a Barcelona a casa de su hermano mayor y se hizo ladrón bajo la protección del Cardenal.
Teresa. Se sintió atraída hacia el murciano porque buscaba una aventura arriesgada, quería “desembarazarse” de su virginidad. Para ella, el amor era una tontería y prefería el deseo. Y por ello elige a Pijoaparte, con “nostalgia de arrabal” y obsesión de conspiraciones obreras.
La obra fue llevada al cine en 1984 por Gonzalo Herralde.
(http://es.wikipedia.org/wiki/Ãltimas_tardes_con_Teresa)